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martes, 20 de septiembre de 2011

ENTRESIJOS VATICANOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mn. Giuseppe Versaldi

 

El obispo de Alessandria, cercano a Bertone, podría convertirse en el nuevo presidente de la Prefectura de los asuntos económicos de la Santa Sede


La influencia del cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone en la Curia romana y en los organismos que gestionan y vigilan las finanzas vaticanas se consolida: podría anunciarse en los próximos días (tal vez el sábado) el nombramiento del obispo de Alessandria, Giuseppe Versaldi, como presidente de la Prefectura de asuntos económicos de la Santa Sede, actualmente en manos del cardenal Velasio De Paolis.

Versaldi tiene 68 años y es obispo de Alessandria desde hace cuatro años; después de haber sido vicario general de Vercelli. Muy relacionado con el cardenal Bertone desde los tiempos en que era arzobispo de la ciudad (1991-1995), había colaborado con él para sanar los problemas financieros que se habían creado en la curia de Vercelli.

Cuando el periódico italiano “Il Foglio” publicó un retrato del Secretario de Estado (en 2010), en el que se criticaban sus gestiones en el gobierno curial, el obispo de Alessandria Versaldi escribió una carta para defender a Bertone desde las páginas del periódico católico “Avvenire”. Sin negar su «veneración» por él, escribió que Bertone se había limitado a «servir al Papa» y que Benedicto XVI así lo había querido, para que «eliminara de la Iglesia aquella “suciedad” que como cardenal había conocido y denunciado».

No es un misterio que hace poco más de un año, cuando habrían tenido que nombrar al nuevo arzobispo de Turín, Bertone hubiera pensado precisamente en Versaldi, incluso desde el punto de vista de un nuevo cambio en la cúpula de la Cei. El Papa Ratzinger decidió otra cosa. Sin embargo, ahora ha aceptado llamar a Versaldi a Roma, dándole un nuevo encargo cardenalicio, que, salvo improbables sorpresas, verá su nombre entre los de los nuevos purpurados del próximo consistorio.

El nombramiento de Versaldi, que viene después del de otro de los obispos cercanos a Bertone, Domenico Calcagno (que fue llamado a Roma para presidir la Administración del Patrimonio de la Santa Sede), significa que en los nombramientos curiales el Secretario de Estado goza de la absoluta confianza del Pontífice.



V.I. / Andrea Tornielli /
Ciudad del Vaticano

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